La Iglesia de Dios en Cristo, Menonita, es una iglesia entre las diversas denominaciones menonitas. Nos esforzamos por seguir las enseñanzas de Jesucristo y sus apóstoles en todos los asuntos de fe y práctica. Esta fe ha sido adoptada a través de la historia por los verdaderos cristianos, incluso los valdenses, aunque a menudo en la oscuridad y bajo persecución.
Creemos que la gracia de Dios trae salvación personal por medio del nuevo nacimiento. Este nuevo nacimiento comienza con fe en Jesucristo como nuestro Salvador y resulta en el arrepentimiento del pecado y la obediencia a las enseñanzas de Cristo. Esta nueva vida en Cristo nos une en comunión con un amor fraternal.
Creemos que la Biblia enseña el bautismo para los creyentes, el no resistir y un estilo de vida sencillo y modesto. La Biblia enseña que los cristianos deben estar separados (no conformados) del mundo en espíritu (actitud y perspectiva) y la forma de vida. Siendo que los cristianos pertenecen al reino de Dios, Cristo nos enseña a vivir en paz con otros. No participamos en la política, los cargos gubernamentales o las fuerzas armadas. Enseñamos que los hombres cristianos deben llevar la barba y que las mujeres cristianas deben usar un velo devocional.
Debido a que algunas de estas doctrinas y prácticas son diferentes de las de la corriente cristiana dominante, a menudo se nos han considerado diferentes que otros cristianos.
Origen de los menonitas
Los menonitas descienden de los que se llamaban anabaptistas en el siglo XVI. Los anabaptistas rechazaron el bautismo infantil e insistieron en el bautismo del creyente. Creían y practicaban la fe enseñada por Jesús y los apóstoles. Esta fe había sido continuada por los valdenses y otros grupos inconformistas desde la época de los apóstoles. Estos creyentes fueron perseguidos por católicos y protestantes a causa de su doctrina y su independencia de las iglesias estatales.
En 1536 Menno Simons (1496-1561), un sacerdote católico en Holanda, llegó a sentir condenado por sus pecados y comenzó a estudiar la Biblia. Su arrepentimiento y rendición a Dios resultó en su nuevo nacimiento espiritual. Fue bautizado por los anabaptistas y luego fue elegido para ser ministro. Menno Simons, un hombre dotado y humilde, estudió ardientemente la Biblia y llegó a ser un enseñador y escritor muy capaz. Debido a la influencia de Menno, los anabaptistas fueron llamados menonitas. Estos primeros anabaptistas-menonitas eran conocidos por su adherencia a las enseñanzas de Cristo en todas las áreas de la vida: habla puro, vestimenta modesta, integridad, pureza moral, separación del mundo y el no resistir. Su insistencia en experimentar un cambio de corazón a través de una verdadera conversión a Cristo fue la base de su modo de vivir.
La iglesia menonita en América
Debido a persecución y su deseo por libertad religiosa, los menonitas comenzaron a emigrar a América en 1683. Se enfrentaron los peligros de la vida fronteriza y eran conocidos como personas tranquilas y temerosas de Dios, sobrias y devotas en la fe, trabajadoras y templadas en la vida cotidiana. La fe que vivieron no les permitió participar en guerras, lo que les ganó la reputación de ser una gente amante de paz.
Sin embargo, los tiempos de prueba y prosperidad trajeron un declive espiritual. Durante el siglo XIX, muchos menonitas comenzaron a desviarse de las doctrinas de sus antepasados. Entre los que lucharon por la fe histórica se encontraba John Holdeman (1832-1900) del condado Wayne, de Ohio. Se hizo cada vez más consciente de que la Iglesia Menonita ya no practicaba completamente la doctrina verdadera. Suplicó a los líderes de la iglesia para el avivamiento espiritual. Aunque algunos estuvieron de acuerdo con su evaluación, hubo poca reforma. En 1859, él y otros comenzaron a reunirse apartes. Finalmente, este pequeño grupo se organizó como la Iglesia de Dios en Cristo, Menonita.
La Iglesia de Dios en Cristo, Menonita
John Holdeman fue un evangelista, instructor y escritor lleno del Espíritu. Su trabajo sobresaliente es A Mirror of Truth, un libro doctrinal que la iglesia todavía tiene en gran estima. Viajó mucho como evangelista, y muchos de los que escucharon su predicación experimentaron un nuevo nacimiento espiritual y fueron bautizados. Se establecieron varias congregaciones en los Estados Unidos y Canadá.
Después de la muerte de John Holdeman, la iglesia continuó creciendo. Hoy la iglesia publica y distribuye literatura y folletos cristianos y proporciona auxilio humanitario y ayuda en casos de desastres. Un periódico quincenal, el Mensajero de la verdad, se ha publicado desde los principios de 1900. El evangelismo y los esfuerzos misioneros son realizados por varios individuales y a través de programas organizados. Hoy, se han establecido congregaciones o misiones en los Estados Unidos, Canadá, México y varios países de África, Asia, Centro América, América del Sur, el Caribe y Europa. Aunque la mayor concentración de miembros se encuentra en Norte América, la iglesia tiene miembros en muchas partes del mundo.
La mayoría de las congregaciones operan una escuela cristiana con el propósito de proporcionar una educación sólida y básica. El propósito es proteger a los niños de las influencias mundanas de la educación superior, la falta de disciplina y el colapso de la moralidad en la sociedad actual.
Invitamos a todos, de todas culturas, razas y naciones a venir a Jesucristo para salvación y ser parte de esta fe y compañerismo. Tenemos una esperanza viva que la gracia de Dios es suficiente para nuestra salvación y guerra espiritual. Enfrentamos el futuro con confianza en Dios, esperando el regreso de Jesús.
Resumen de las doctrinas bíblicas fundamentales de la Iglesia de Dios en Cristo, Menonita
Salvación
Creemos que el hombre es salvo por la gracia de Dios a través del sacrificio expiatorio de Cristo. Está justificado por la sangre de Cristo al cumplir con las condiciones de fe, arrepentimiento y obediencia. A través del nuevo nacimiento se convierte en un hijo de Dios, se salva de la condenación del pecado y participa de la vida eterna. Es una bendición para el hombre tener la seguridad de la paz con Dios y saber que sus pecados son perdonados. (Mateo 24:13; San Juan 1:12-13, 3:16; Hechos 2:38; Romanos 2:7,3:20-26; Efesios 2:8-9; Tito 3:5; Santiago 2:14-26).
La iglesia
Creemos que la iglesia es el cuerpo de Cristo compuesto de los que se han nacido de nuevo y se han juntado con ella por medio del bautismo. Cristo estableció una iglesia verdadera y visible y por medio de ella ha preservado su fe y doctrina a través de los siglos. La misión divinamente designada de la iglesia es proclamar el evangelio al mundo. Ella debe nutrir a los redimidos, enseñar obediencia a los mandamientos de Cristo y ser un ejemplo de buenas obras para la gloria de Dios. (Mateo 16:18,28:19-20; Efesios 4:11-13, 5:23-27; 1 Pedro 2:12; Judas 3).
Orden y disciplina de la iglesia
Jesús, como cabeza de la iglesia, ha delegado a la iglesia la autoridad y la responsabilidad de:
1. Llamar y ordenar liderazgo fiel y capaz (Hechos 6; 1 Timoteo 3; 2 Timoteo 2:2).
2. Mantener y dirigir en las ordenanzas, incluido el bautismo y la Santa Cena (Mateo 28:19-20; 1 Corintios 11:2, 17-34).
3. Ejercer disciplina, incluida la excomunión, para preservar la pureza de la iglesia y alentar a los desobedientes al arrepentimiento (Mateo 18:15-18; 1 Corintios 5:1-5; Gálatas 6:1; Tito 3:10).
4. Mantener una evitación bíblica de los excomulgados (Romanos 19:17; 1 Corintios 5:11; 2 Tesalonicenses 3:6, 14-15).
Paz y el no resistir
El reino de Cristo es pacífico, no resiste y debe permanecer separado de los reinos de este mundo:
1. La iglesia y el estado deben estar separados (Juan 18:36).
a) La iglesia está llamada a mantener el estándar evangélico del reino de Cristo para los hijos regenerados de Dios (Mateo 5:38-44; Romanos 12:17-21).
b) El estado representa la justicia de Dios dentro de la sociedad, pero no es la responsabilidad de los cristianos involucrarse en la aplicación de la justicia (Romanos 13:1-7).
2. Un cristiano no puede ocupar un cargo civil, votar en elecciones civiles, ni participar en jurados civiles (Juan 18:36).
3. La base bíblica del no resistir es el amor divino por toda la humanidad y requiere que un cristiano no:
a. Peleé con otros.
b. Use la ley en represalia o participe en demandas.
c. Devuelva mal por mal.
d. Participe en las fuerzas armadas o en una guerra de cualquier forma.
e. Sirva en la aplicación de la ley civil. (Mateo 5:38-44; Romanos 12:17-21; 2 Corintios 10:3-4).
4. Es el deber del cristiano pagar sus impuestos (Romanos 13:6-7), orar por los gobernantes civiles (1Timoteo 1:3-4), y estar sujeto al estado en cuanto que no entre en conflicto con su llamado cristiano (Hechos 5:29; Romanos 12:1-7).
El no conformarse al mundo
Un cristiano no puede amar al mundo ni conformarse con los modos del mundo. Él debe estar separado y vivir una vida santa (Romanos 12:1-2). Por lo tanto, se evita la moda, el placer y entretenimiento carnal, los deportes competitivos, la política, los negocios prestigiosos, el arte idólatra, etc. No le interesa la televisión, radio, películas, música popular ni el baile. Se mantiene alejado del alcohol, las drogas ilícitas, el tabaquismo y todo tipo de inmoralidad (Lucas 16:15; 1 Pedro 4:1-4).
Las ordenanzas del Nuevo Testamento
Creemos que es muy importante observar las ordenanzas enseñadas por Cristo y los apóstoles:
1. El bautismo se administra sobre la confesión de fe del individuo. Es una señal externa de una limpieza interna y que ha recibido el Espíritu Santo. La iglesia sigue practicando el bautismo por medio de derramar el agua, igual como los anabaptistas (Mateo 28:19-20; Hechos 2:38).
2. La comunión (Santa Cena) se observa como un memorial de la muerte de Cristo que simboliza la sangre y el cuerpo de Cristo, después de haberse examinado a sí mismo (1 Corintios 11:23-33).
3. El lavamiento de los pies se observa con la Santa Cena, simbolizando la limpieza de la vida y la humildad de servir a otros en la hermandad cristiana (Juan 13:1-17).
4. Las hermanas, que son miembros a través del bautismo, llevan un velo. Esto significa su sumisión al hombre según el orden de Dios (1 Corintios 11:3-12).
5. El matrimonio santo es una ordenanza que se practica entre un hombre y una mujer para toda la vida, unidos en el Señor, simbolizando la relación sagrada entre Cristo y la iglesia (Génesis 2:18-24; Efesios 5:22-25). Creemos que un cristiano no debe casarse con un incrédulo (2 Corintios 6:14).
El fin del mundo
Creemos que este mundo actual llegará a su fin con la gloriosa aparición del Señor Jesucristo (Mateo 25:31-46; Tito 2:13; 2 Pedro 3:10-14).
1. Cuando Cristo regrese, no establecerá un reino en la Tierra, sino que juzgará al mundo (Mateo 25:31-46; 2 Corintios 5:10).
2. Al regreso del Señor habrá una resurrección corporal de los muertos, ambos los salvos y los perdidos (Juan 5:28-29; 1 Corintios 15; 1 Tesalonicenses 4:13-17).
3. Jesús vendrá pronto para reclamar los suyos (Juan 14:2-3; Hechos 1:9-11; Apocalipsis 22:20).
El cielo
Creemos que el cielo es el lugar de descanso final para los justos donde permanecerán en la plenitud de alegría con Dios y los santos ángeles para siempre (Salmos 16:11; Mateo 6:19-20; Juan 14:1-3; 1 Corintios 15:50-54; Apocalipsis 7:9-17). Dios desea que todos sean salvos (2 Pedro 3:9; Apocalipsis 22:17).
El infierno
Creemos que el infierno es el lugar del tormento eterno preparado para el diablo y sus ángeles, y que los malvados sufrirán con ellos para siempre (Daniel 12:2; Mateo 25:41, 46; Apocalipsis 19:3, 20:10, 21:8).